miércoles, 21 de octubre de 2009

otelo "libro"

Resumen de la obra

Otelo y Desdémona por Muñoz Degrain, pintura de 1881.
PRIMER ACTO
Están Yago y Rodrigo; éste, enamorado de Desdémona, se ha dejado explotar por Yago, que le promete maneras de acercarse a su amada, sin conseguirle nada, lo que Rodrigo le reprocha en ese momento. Yago, a su vez, está furioso con Otelo, porque no le ha nombrado su lugarteniente a él, sino a Casio. Rodrigo avisa a Brabancio, padre de Desdémona, de que ésta se ha escapado con Otelo. En otro lugar, poco después, Yago cuenta a Otelo que ha estado varias veces a punto de matar a Rodrigo porque éste hablaba mal de Otelo. Llega Casio para llamar a Otelo ante el Senado veneciano para que reciba el mando de una expedición a Chipre contra los turcos. Estando allí, Brabancio le acusa de seducir engañosamente a su hija, pero Otelo cuenta toda su historia y hace llamar a Desdémona para que declare si no le sigue por su voluntad. Yago, después, incita a Rodrigo a reunir dinero y a seguir a Otelo para conseguir a Desdémona, cuando ésta se canse de su "moro", según afirma él que es inevitable.
SEGUNDO ACTO
En Chipre, una tormenta ha destruido la flota turca antes de que los venecianos combatieran contra ella. Casio ha desembarcado ya; aparece la nave de Otelo, también esperada por Desdémona, Yago, Rodrigo y la mujer de Yago (Emilia), llegados antes en otra nave. Entre todos ellos se forma una conversación un tanto desvergonzada en sus alusiones nupciales. Aparece Otelo y se va con Desdémona. Iago convence a Rodrigo de que Desdémona, en realidad, está enamorada de Casio, y le incita a provocar a éste para que le quiten su puesto de lugarteniente de Otelo. Chipre está en fiestas: Yago quiere hacer beber a Casio, quien se marcha, pero vuelve con otros (entre ellos, Montano) que ya han conseguido que beba, y se va otra vez. Yago manda a Rodrigo provocar a Casio, que vuelve persiguiendo a Rodrigo. Casio, en lucha, hiere a Montano, que le quería retener. Aparece Otelo, para saber qué riñas son ésas. Las hipócritas declaraciones de Yago contribuyen a que despida a Casio de su puesto de lugarteniente suyo. Quedan solos Yago y Casio; Yago le convence para que apele a Desdémona, y luego (ya solo) decide que Emilia también ayude a Casio en esa apelación.
TERCER ACTO
Yago va a buscar a Emilia para que Casio hable con ella sobre cómo ver a Desdémona. Casio se entrevista con Desdémona, encargándole que interceda ante Otelo para recuperar su puesto de lugarteniente. Se está despidiendo cuando llega Otelo y le ve irse. Desdémona intercede por Casio ante Otelo, pero éste aplaza el asunto. Yago suscita celos en Otelo, a propósito de esa visita de Casio. Vuelve Desdémona, y encuentra perplejo a Otelo. Se le cae el pañuelo que le había regalado Otelo, con quien se va. Emilia recoge el pañuelo. Yago lo ve al llegar y se lo pide, para dejarlo caer luego en el cuarto de Casio. Vuelve Otelo, ya del todo celoso. Yago le dice que, aunque no pueda ahora probar sus celos, están bien fundados, y le promete pruebas. Desdémona, con Emilia, va a buscar a Casio. Aparece Otelo: Desdémona le dice que ha mandado llamar a Casio para que hable con él. Otelo le pide el pañuelo que, según Yago, habría regalado ella a Casio. Como Desdémona no lo tiene, se va, furioso. Entran Yago y Casio; éste habla con Desdémona sobre la inutilidad de sus intentos de mediación. Casio, que tiene el pañuelo de Desdémona (sin saber que es de ella, por haberlo encontrado en su cuarto, dejado allí por Yago), se lo da a una mujer con quien tiene amores, Bianca.
CUARTO ACTO
Yago, con insinuaciones, aumenta los celos de Otelo, quien sufre un ataque. Yago hace que Otelo se esconda para observar su conversación con Casio, llevada por él malignamente. En realidad, habla con Bianca, pero de modo que Otelo piense que se refiere a Desdémona. Bianca entra entonces y devuelve el pañuelo de Desdémona a Casio, quien se va con ella. Otelo queda convencido al ver el pañuelo: Yago impide que se incline a la compasión y al perdón, y le incita a estrangular a Desdémona. Entra Ludovico, de Venecia, primo de Desdémona, con una carta en que ordenan a Otelo volver a Venecia, dejando a Casio al mando de la flota. Otelo abofetea a Desdémona, ya entregado a sus celos, y le dice que se retire. Ludovico piensa que se ha vuelto loco. Otelo habla de sus celos con Emilia, quien niega toda culpa por parte de Desdémona. Entra ésta, y también rechaza toda sospecha de Otelo. Él se va, y Yago le dice a Emilia que la excitación de Otelo está causada por sus responsabilidades de mando. Se queda solo Yago, y entra Rodrigo, quien le reclama que cumpla su promesa de conseguirle ver a Desdémona, a cambio de lo cual le había dado joyas. Yago le persuade para que mate a Casio, ya que así no se podrá marchar Otelo, llevándose a Desdémona. Luego, en una escena entre Emilia y Desdémona, ésta canta la famosa canción del sauce, de tristes presagios.
QUINTO ACTO
Yago acompaña a Rodrigo, situándole al acecho para que mate a Casio, pero éste hiere a Rodrigo, aunque es herido por la espalda por Yago. Entra Otelo y alaba a Yago, creyendo que ha herido a Casio en atención a él mismo y a sus celos. Quedan gimiendo Casio y Rodrigo, éste moribundo, aquél herido. Aparece Ludovico, con Graciano, pero no se atreve a acercarse. Entra Yago, en camisa, como si se hubiera acostado ya. Casio le dice que Rodrigo le ha herido, sin saber que es el mismo Yago quien lo ha hecho. Yago remata a Rodrigo para que no descubra su intriga. Llega Bianca, y se llevan herido a Casio, quien declara no conocer al hombre ya muerto (Rodrigo) que le atacó. Yago hace que le retiren. Llega Emilia, ante la cual Yago echa la culpa de la pelea a Bianca. En la alcoba de Desdémona, entra Otelo con una luz y la despierta. Otelo la acusa de infidelidad y, a pesar de sus negativas, la estrangula. Antes de que muera, entra Emilia para contar la riña en que fue herido Casio, pero la interrumpen los gritos finales de Desdémona ("¡injustamente asesinada!... Muero con muerte inocente"), la cual, sin embargo, muere sin acusar a Otelo. Éste declara a Emilia haberla matado y explica su motivo, la imaginada infidelidad. Emilia defiende la inocencia de Desdémona y, al saber que todo se basa en el testimonio de su marido, Yago, afirma que éste miente, y cuando le ve aparecer, junto con Montano y Graciano, le emplaza a que diga la verdad. Emilia aclara la historia del pañuelo perdido; Yago la mata entonces, furioso de que le descubra en sus intrigas. Entonces hacen prisionero a Yago, y traen también a Casio, herido, para que se aclare todo. Otelo, desesperado, hiere a Yago y se da muerte a sí mismo.

sábado, 17 de octubre de 2009

LA ENTREVISTA


Una entrevista es un hecho que consiste en un diálogo entablado entre dos o más personas: el entrevistador o entrevistadores que interrogan y el o los entrevistados que contestan. La palabra entrevista deriva del latín y significa "Los que van entre si". Se trata de una técnica o instrumento empleado para diversos motivos, investigación, medicina, selección de personal. Una entrevista no es casual sino que es un diálogo interesado, con un acuerdo previo y unos intereses y expectativas por ambas partes. También la entrevista puede significar mucho para otras personas ya que pueden ayudar a conocer personas de máxima importancia. El diccionario de la real academia española define la palabra Entrevista como: la conversación que tiene como finalidad la obtención de información. La misma proviene del francés entrevoir que significa lo que se entrevé o lo que se vislumbra.

Origen del género
A pesar del origen
francés del término entrevista, las primeras entrevistas publicadas y reconocidas como tal son norteamericanas. Hasta hace poco incluso se utilizaba indistintamente en castellano la palabra inglesa interview (o interviú) y entrevista. Los historiadores no se ponen de acuerdo si la primera entrevista fue de James Gordon Bennett (director del New York Herald) en 1836 o Horace Greely en el Tribune de Nueva York en 1859. Esta última posee una mayor proximidad al concepto actual de entrevista, tanto en planteamiento de objetivos como en resolución formal.

En el primero, el de 1836, es la narración del asesinato de juan manuel león gonzález y el periodista recoge el testimonio de Rosita, el ama de llaves, en forma de citas textuales, extractos de la conversación y declaraciones. La novedad es que se registran los diálogos en el texto.
El segundo
texto es una entrevista de personaje. Interesa la persona y es la persona, en sí misma, el motivo de la entrevista y que la misma se luzca. El periodista acude a Salt Lake City (Estados Unidos) a reunirse con Brigham Young,lider de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias (Mormones).
En una entrevista intervienen básicamente dos personas: El entrevistador y el entrevistado. El primero, además de tomar la iniciativa de la conversación, plantea mediante preguntas específicas cada tema de su interés y decide en qué momento el tema ha cumplido sus objetivos. El entrevistado facilita información sobre sí mismo, su experiencia o el tema en cuestion.

La entrevista tiene como finalidad la atención del paciente para solucionar un problema psicologico. Para alcanzar este objetivo se debe crear un buena relación psicólogo-paciente donde el psicologo debe aplicar sus conocimientos teoricos y su humanidad y el paciente su confianza.
El entrevistador

El entrevistador debe tener disposición y paciencia para asi llevar a cabo con éxito una entrevista.
Debe
hablar de manera clara, precisa y en voz entendible.
Es conveniente que el entrevistador hable en voz regulable ya que puede ayudar a mejorar de alguna u otra manera el resultado de la entrevista.
Debe tener buena y clara
letra para que sean entendibles las respuestas del entrevistado.
Las preguntas debe hacerlas de manera natural para que el entrevistado responda con sinceridad y se sienta a gusto entrevistándose.
Las preguntas deben ser precisas y deben ser sencillas (cortas), deben ser exactas a lo que se quiere preguntar, y adecuadas al nivel
educativo del entrevistado, y la entrevista debe ser en el menor tiempo posible, o depende de la disponibilidad de tiempo de ambas partes.
El entrevistado

Uno de los requisitos para que haya una entrevista es que el sujeto entrevistado este de acuerdo. Esto ocurre normalmente porque tiene algún interés en ser entrevistado. Las seis razones principales que puede tener son las siguientes:

Por su propio ego: por el deseo de aparecer en los medios o que se escuche su opinión.
Por publicidad: sobre todo los
políticos y entre ellos los famosos, que dependen de la publicidad para influir en la opinión pública o para continuar en la brecha. Consideran las entrevistas como publicidad gratuita.

Por dinero: aunque según muchos códigos deontológicos los periodistas no deberían pagar a los medios es una práctica frecuente en medios sensacionalistas o amarillistas. Algunos famosos llegan a tener grandes ingresos por ello.
Para ayudar al periodista: algunos sujetos se dejan entrevistar simplemente para ayudar al periodista en el desempeño de su
trabajo.

Por gratitud: El entrevistador logra que el entrevistado acceda a contestar las preguntas sin oponer resistencia mediante un diálogo introductoria predefinido.
Para la
farándula. Para que la estrella de televisión o entre ellos de cine se luzca frente a las cámaras
La entrevista como instrumento de investigación ha sido utilizada de forma ambiciosa por
antropólogos, sociólogos, psicólogos, politólogos o economistas. Es por ello que gran parte de los datos con que cuentan las ciencias sociales proceden de las entrevistas. Los científicos sociales dependen de ellas para obtener información sobre los fenómenos investigados y comprobar así sus teorías e hipótesis.
La entrevista periodística se distingue fundamentalmente por tres factores:
Un evidente interés hacia la persona entrevistada
Pericia en el manejo de la técnica de pregunta y respuesta
Voluntad manifiesta de difundir el resultado en un
medio de comunicación
Pero además de una técnica, utilizada por los profesionales para recabar
información, la entrevista es sobre todo un género periodístico. La entrevista es una de las técnicas más utilizadas.

miércoles, 14 de octubre de 2009

LA LITERATURA MEDIEVAL


Se denomina literatura medieval a todos aquellos trabajos escritos principalmente en Europa durante la Edad Media, es decir, durante los aproximadamente mil años transcurridos desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta los inicios del Renacimiento a finales del siglo XV. La literatura de este tiempo estaba compuesta básicamente de escritos religiosos y trabajos seglares. Al igual que en la literatura moderna, es un tema de estudio amplio y complejo, que abarca desde los escritos más sagrados, hasta los más profanos. A causa de la gran amplitud espacial y temporal de este período se hace difícil hablar de la literatura medieval en términos generales sin caer en simplificaciones. Por ello, es más adecuado caracterizar las obras literarias por su lugar de origen, su lenguaje o su género.
Contenido
Anonimato [Una gran cantidad de obras pertenecientes a la literatura medieval son
anónimas. Esto no es debido únicamente a la falta de documentos de este período, sino también a que el papel que jugaban los autores en aquella época difiere considerablemente de la interpretación romántica del término en la actualidad. Los autores medievales estaban sometidos a menudo a los escritores clásicos y a los Padres de la Iglesia Católica, y tendían a re-escribir historias, que habían oído o leído, de forma embellecida, más que a crear historias nuevas. E incluso cuando creaban una nueva historia no suele quedar claro quien era el autor, ya que atribuían ciertas ideas a otros libros de otros autores. Esto hace que el nombre de los autores individuales sea poco o nada importante y por ello, los grandes trabajos de la época nunca son atribuidos a una persona en concreto.
Tipos de escritos [Escritos religiosos [

La Summa Theologiae de Santo Tomás de Aquino.
Los trabajos relacionados con la teología fueron el tipo de literatura dominante a lo largo de la Edad Media; el
clero católico era el centro intelectual de la sociedad en esta época, razón por la que su producción literaria fue, con diferencia, la más productiva.
Numerosos
himnos de esta época han sobrevivido al paso del tiempo, tanto litúrgicos como paralitúrgicos. La liturgia en sí misma no estaba establecida y numerosos misales competían y alegaban concepciones individuales de la misa. Ciertos estudiosos religiosos como Anselmo de Canterbury, Santo Tomás de Aquino y Pierre Abélard escribieron largos tratados sobre teología y filosofía, tratando de reconciliar las enseñanzas de los autores griegos y paganos romanos con las doctrinas de la Iglesia Católica. Las hagiografías, o las vidas de los Santos, también fueron escritas principalmente durante este período, a modo de estímulo para el devoto y de advertencia para el resto.

Los caballos con cabeza de león, Apocalipsis de Saint-Sever.
La
Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine alcanzó tal popularidad que, en su tiempo, fue probablemente leído más a menudo que la Biblia. San Francisco de Asís fue otro prolífico poeta y los seguidores de su orden, los franciscanos, solían escribir poemas como una expresión de su piedad. Las obras Dies Irae (Día de la Ira) y Stabat Mater (Estaba la Madre) son probablemente dos de los mejores poemas latinos en materia de religión. La poesía goliárdica (estrofas de cuatro líneas de versos satíricos) fue una forma de arte utilizada por algunos clérigos para expresar su desacuerdo en algún tema. El único escrito religioso ampliamente extendido y no escrito por clérigos fueron los juegos misteriosos: perdiendo con el tiempo promulgaciones simples del tableaux de una escena bíblica sola, cada auto religioso se convirtió en la expresión de su pueblo de los acontecimientos cruciales en la Biblia. El texto de estas obras teatrales normalmente era controlado por las cofradías locales, y los autos religiosos eran llevados a cabo regularmente en días festivos determinados, a menudo durando todo el día y parte de la noche.
Durante la Edad Media, la población
judía residente en Europa también produjo un cierto número de escritores destacados. Maimónides, nacido en Córdoba (España), y Rashi, nacido en Troyes (Francia), son dos de los más conocidos y que más influencia tuvieron de entre los autores judíos.
Escritos laicos

Primera página del Beowulf.
La literatura
laica en este período no fue tan productiva como la literatura religiosa, pero gran parte del material ha sobrevivido y poseemos hoy una gran cantidad de obras de la época, ellos se basaban en la problematica social vivida en esta epoca como porejemplo en la prostitucion y en corrupcion haca los cleros para destronarlos. El tema del amor cortés cobró importancia en el siglo XI, especialmente en las lenguas romances, principalmente el francés, el español, el provenzal, el gallego y el catalán, y en las lenguas griegas, dónde los cantantes ambulantes — los trovadores — se ganaban la vida con sus canciones. Los escritos de los trovadores suelen ir asociados al anhelo no correspondido, pero no siempre es así, como se puede ver en la Alborada. En Alemania, el Minnesänger continuó la tradición de los trovadores.

Manuscrito del Cantar de los nibelungos (v. 1220).
Además de los poemas épicos típicos de la tradición alemana, como el
Beowulf o el Cantar de los nibelungos, otros poemas épicos incluidos dentro de los cantares de gesta como el Cantar de Rolando y el Digenis Acritas, que tratan sobre la Materia de Francia y las canciones acríticas respectivamente, y los amoríos corteses a la manera de la cortesía romance, que tratan sobre la Materia de Bretaña y la Materia de Roma, lograron alcanzar una gran popularidad. El romance cortés no se distingue únicamente de los cantares de gesta por los temas tratados, sino también por su énfasis en el amor y en el código de honor de la caballería, en lugar de centrarse en acciones de guerra.
También se pueden encontrar en este período poesías políticas, especialmente a finales de la Edad Media, escritas tanto por clérigos como por escritores laicos, que utilizaban la forma del
goliárdico. La literatura de viaje también fue muy popular en esta época, cuyos escritos entretenían a la sociedad con historias de fabulosas tierras (si no embellecidas, muchas veces falsas) más allá de las fronteras que la mayoría de las personas nunca habían cruzado. Cabe destacar la importancia de los peregrinajes en esa época, especialmente el de Santiago de Compostela, fuente de fábulas e historias influidas por la prominencia de los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer.

la sintaxis

Sintaxis estructural: Teoría bloomfieldiana de la sintaxis

La sintaxis, para Leonard Bloomfield, era el estudio de formas libres compuestas completamente por formas libres. Central a esta teoría de la sintaxis eran las nociones de clases de forma (form classes) y estructura constituyente. (Estas nociones eran también relevantes, aunque menos centrales, en la teoría de la morfología.) Bloomfield definió clases de forma más bien de manera imprecisa, en términos de algún "rasgo fonético o gramático reconocible" común y compartido por todos lo miembros. Dio como ejemplos las clases de forma que consisten en “expresiones substantivas personales” de la lengua inglesa (definidas como “las formas que, cuando están expresadas con tono exclamatorio final, constituyen requerimientos (llamadas) de la presencia o la atención de una persona”: por ejemplo, "John," "Boy," "Mr. Smith."); las clases de forma que consisten en “expresiones infinitivas” (definidas como "formas que, cuando están expresadas con tono exclamatorio final, tienen el significado de una orden": por ejemplo, "run," "jump," "come here"); las clases de la forma de “expresiones sustantivas nominativas” (por ejemplo: "John," "the boys") y así sucesivamente. Debe estar claro, a partir de estos ejemplos, que las clases de forma son similares, aunque no idénticas, a las partes del discurso tradicionales y que una misma forma puede pertenecer a más de una clase de forma.

Sustitutabilidad

Lo que Bloomfield tuvo en cuenta como criterio para la membresía de clases de forma (y por tanto de equivalencia sintáctica) podría ser mejor expresado en términos de sustitutabilidad. Las formas de clase son conjuntos de formas (ya sean simples o complejas, libres o ligadas), de las cuales cualquiera podría sustituirse por otra en una construcción o conjunto de construcciones dadas en todas las oraciones de una lengua determinada.

Constituyentes y constituyentes inmediatos

Las formas más pequeñas en las que una forma más amplia se puede analizar son sus constituyentes, y la forma más amplia es una construcción. Por ejemplo, la frase "pobre Pablo" es una construcción analizable en, o compuesta de, los constituyentes "pobre" y "Pablo". Dado que no hay unidad intermedia de la que "pobre" y "Pablo" fueran constituyentes y que sea ella misma un constituyente de la construcción "pobre Pablo", las formas "pobre" y "Pablo" pueden ser descritas no sólo como constituyentes sino también como constituyentes inmediatos de "pobre Pablo". Similarmente, la frase "perdió su vida" está compuesta de tres palabras-forma ("perdió", "su" y "vida") de las cuales todas podrían describirse como constituyentes de la construcción. No todos esos constituyentes, empero, son sus constituyentes inmediatos. Las formas "su" y "vida" se combinan para hacer la construcción intermedia "su vida"; es esta unidad intermedia la que se combina con "perdió" para formar la frase más amplia "perdió su vida". Los constituyentes inmediatos de "perdió su vida" son "perdió" y "su vida"; los constituyentes inmediatos de "su vida" son las formas "su" y "vida". Por estructura constituyente de una frase u oración se entiende la organización de sus más pequeñas formas de las cuales se compone (sus constituyentes últimos) en capas de unidades sucesivamente más incluyentes. Vista de esta manera, la oración "Pobre Pablo: perdió su vida" es más que simplemente una secuencia de cinco palabras asociadas con un modelo de entoncaión particular. Es analizable en sus constituyentes inmediatos y así sucesivamente, hasta que, en el último paso del análisis, los contituyentes últimos de la oración son alcanzados. La estructura constituyente de la oración completa se representa por medio del siguiente esquema:

  • [Pobre Pablo] [perdió [su vida] ]

Cada forma, sea simple o compuesta, pertenece a una clase de forma. Usando letras arbitrarias seleccionadas para denotar clases de forma del español, "pobre" puede ser un miembro de clase de forma A, "Gonzalo" de la clase B, "perdió" de la clase C, "su" de la clase D y "vida" de la clase E. Dado que "pobre Gonzalo" es sintácticamente equivalente a (o sea, sustituible por) "Gonzalo", se ha de clasificar como un miembro de A. Así lo es también, puede asumirse, "su vida". En el caso de "perdió su vida" sí hay un problema. Hay muchas formas (incluyendo "perdió", "repartió" y "exportó") que podrían ocurrir, como aquí, en construcciones con un miembro de B y que también pueden ocurrir solas; por ejemplo, "perdió" es sustituible por "exportó la cocaína", ya que "exportó" es sustituible por juntos o por "perdió su vida". Siendo así esto, se podría decidir clasificar construcciones tipo "perdió su vida" como miembros de C. Por otra parte, hay formas que —aunque sean sustituibles por "perdió", "repartió, exportó" y así sucesivamente cuando estas formas ocurren solas— no pueden ser usadas en combinación con un miembro siguiente miembro de B (cf. "murió", "existió"); y hay formas que, aunque puedan usarse con un siguiente miembro de B, no pueden ocurrir solas (cf. "poseyó"). La pregunta es si se respeta o no la distinción tradicional entre las formas de verbo transitivas e intransitivas. Podría decidirse, así, que "perdió", "repartió", "exportó", etc. pertenecen a una clase: C (la clase a la que pertenece "poseyó"), cuando ocurren "transitivamente" (esto es, con un siguiente miembro de B como su objeto) pero a una clase diferente, F (la clase a la que pertenece "murió"), cuando ocurren "intransitivamente". Finalmente, puede decirse que la oración completa "Pobre Pablo: perdió su vida" es un miembro de la clase de forma G. Así, la estructura constituyente no solamente de "Pobre Pablo: perdió su vida" sino de todo un conjunto de oraciones españolas puede ser representada por medio del siguiente esquema:

  • G([B(AB)]F(CB[DE])
El español contemporáneo12 03 2007
En el año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma y sancionar los cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos. En esta época se había terminado el cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de tiempos simples y compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del siglo XX. Los pronombres átonos ya no se combinaban con las formas de participio y, gracias a la variación morfológica, los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy diversas con una gran variedad de los estilos literarios.
En cuanto al continente americano, no han faltado autores que calificaban de dialectos a cada una de las variedades lingüísticas que se han consolidado en los respectivos países. La dialectología del español en América debe hacerse por cada país antes de que la homogeneidad que imponen la radio, el cine y la televisión borren las fronteras dialectales que aún existen.
El castellano es la lengua romance de mayor difusión en el mundo actual. Se habla en casi toda la península ibérica, en el sudoeste de U.S.A., en todo México, en toda América Central y América del Sur (a excepción de Brasil y Guayanas) y es la lengua de un grupo minoritario de hablantes de Filipinas.
Esta vasta difusión geográfica trae como consecuencia una gama importante de variantes dialectales. Esto hace suponer que al cabo de los siglos e inevitablemente, el castellano debería seguir el destino del latín: fraccionarse en distintas lenguas nacionales. Aparentemente, la velocidad de los medios de comunicación y la amplia difusión de la lengua escrita en la literatura y en los medios masivos, hacen que la gran mayoría de los hispanohablantes maneje una variedad de lengua común, en la que todos se entienden a pesar de las diferencias regionales. La escuela funciona como un organismo unificador que tiende a que los hablantes se comuniquen con un número cada vez mayor de hablantes de otras regiones. Entonces si bien somos conscientes que la lengua evoluciona inevitablemente, también debemos creer en la necesidad de mantener una unidad lingüística que permita la comunicación eficaz y fluida entre la mayoría de los hispanohablantes.
Dialectos
Como todas las lenguas ampliamente difundidas el español está sujeto a variaciones regionales y sociolingüísticas. No obstante, a pesar de esa heterogeneidad, el grado de variación no es muy grande y sólo raramente hay interrupciones de mutua ininteligibilidad, Las dificultades nacen con los criollos basados en el español de Filipinas y Colombia y con el judeo-español, la lengua hablada por las comunidades sefarditas expulsadas de España en 1492. El sefardí tiene fama de haber preservado numerosas características del siglo XV, pero tal afirmación es exagerada; es vedad que ciertas peculiaridades fonéticas, como la preservación de la /f-/ inicial es un elemento arcaico, pero esa lengua también ha evolucionado extensamente en su morfología y ha asimilado gran número de préstamos léxicos.
Entre las variedades dialectales españolas del romance tenemos el asturiano-leonés, cuyos límites no coinciden ni con los del antiguo reino de León ni con la actual provincia de León. Entre algunas características que lo acercan al gallego-portugués destacan: ou < au, al- + consonante (cousa, touro, outro); se conserva f- (filo, farina); se pierde toda -n- intervocálica, como raa < rana; la l pasa a r después de consonante sorda, como praza < platea. Una variedad parecida al leonés pero que apunta al gallego-portugés es el mirandés, hablado en Miranda do Douro, en Portugal. Otro dialecto importante es el aragonés, que en parte se funda históricamente en el antiguo reino de Aragón y Navarra, pero que recibió gran influencia del castellano. Hoy se habla en la provincia de Huesca, al pie de los Pirineos.
El extremeño, ligado históricamente con el asturiano-leonés, se habla en una región septentrional de Extremadura. Aparte de estas lenguas que tienen personalidad propia, las hablas dialectales del castellano se pueden clasificar en dos grupos: las septentrionales y las meridionales, comprendiendo éstas al murciano, al andaluz y al canario, hablados en Murcia, Andalucía y Canarias, respectivamente.Los dialectos septentrionales se caracterizan por ser más conservadores y abarcan las tierras castellanas y las que ocuparon los dialectos históricos del latín, como el aragonés y el asturiano-leonés. En el habla de las tierras donde nació el castellano encontramos una serie de rasgos dialectales, como el uso del leísmo (le como complemento directo: Este piso ya le vimos), laísmo y loísmo (la y lo como complemento indirecto: La dije que no viniera); pronunciación de la d final como z: Madriz; aparición de una s en la segunda persona del singular del pretérito imperfecto: vinistes; uso del infinitivo para la segunda persona del plural del imperativo: ¡Traerme algo!.
Hacia el este (La Rioja, Navarra y Aragón) hay una influencia de la huella aragonesa, como el uso de pronombres precedidos de preposición: con tú, con mí; el uso del diminutivo -ico: pajarico; abundante uso de pues.
Hacia el oeste (León, Zamora y Salamanca) hay huellas del leonés, como la tendencia a cerrar las vocales finales: otru; diminutivos en -ín, -ina: niñín, niñina; uso del indefinido en vez del perfecto compuesto: hoy fui a tu casa.
Los dialectos meridionales se caracterizan por ser más evolucionados en su pronunciación y por rasgos fonéticos muy marcados. En esta región dialectal se hallan el andaluz, el extremeño, el canario y el murciano. Las principales características de estos dialectos son: confusión de r y l en posición final de sílaba o palabra: arta, cuelpo y otras se pierden, como españó; seseo (pronunciación de la z o la c ante e o i como s: sielo; ceceo (pronunciación de la s como z: zerio; pérdida de la d y de la n intervocálicas o ante r: cansao, mare; yeísmo con distintas pronunciaciones: yuvia.

domingo, 4 de octubre de 2009

español y literatura

Literatura en español
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La literatura en español es una de las más importantes y extensas del mundo, no sólo porque la lengua en la que se escribe, el español, es una de las más habladas y escritas, sino por la importancia y volumen de sus aportaciones al elenco de la literatura universal.

Rasgos distintivos [editar]

Cuarta edición de El Quijote (1605).
Caracteriza a la literatura escrita en español cierta tendencia al
realismo, la perduración y vitalidad de la tradición autóctona a través de una riquísima tradición oral (los temas del Romancero y de la épica medieval perduraron en el Siglo de Oro a través del teatro clásico y todavía en la actualidad) y cierta desintonía respecto al resto de las estéticas literarias europeas, creada por la extensión y desarrollo excesivo que tuvo en la tradición hispánica el movimiento conocido como Barroco, que caracteriza la época clásica de la cultura española de la misma manera que el academicismo a la francesa. Por otra parte, la literatura en español ha venido a enriquecerse con todo tipo de tendencias autóctonas nacidas en Hispanoamérica gracias al mestizaje, pero que ya eran propias de la cultura española antes de la colonización de América merced a la convivencia, a veces no pacífica, entre cristianos, moros y judíos, y entre catalanes, vascos, castellanos y gallegos, lo que proporciona a la tradición hispánica una complejidad y riqueza difícilmente comparable con otras tradicones menos respetuosas con la diversidad cultural.
Evolución [
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Géneros específicos [
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La literatura en español, posesora de uno de los más ricos folklores del mundo, ha creado géneros originales y específicos narrativos como el
romance, los libros de caballerías, la novela sentimental, la celestinesca, la novela picaresca, la novela polifónica, la nivola, la novela de dictadores, la novela indigenista y el realismo mágico; fórmulas teatrales como el auto sacramental, el entremés, el esperpento, la tragedia grotesca y la astracanada. Anticipó el simbolismo en la obra de algunos poetas como San Juan de la Cruz y Gustavo Adolfo Bécquer y el Parnasianismo en poetas como Luis de Góngora y creó algunas estéticas particulares como el Barroco, que aunque originado en Italia se desarrolló en su forma máxima en España, y el Modernismo, primer movimiento de origen hispanoamericano; maduró los frutos más logrados de la mística europea con la obra de San Juan de la Cruz, tan cercana a veces al Surrealismo y a otras estéticas de Vanguardia.